domingo, 23 de enero de 2011

Nadie como tu, me va ha hacer reír.

-Corto contigo.


-Aah. Eres un capullo, ¿sabes?- Ha dicho Tatiana.- ¿Una carrera?


-¿Ahora?- Se ha sorprendido Tom.


-Mira Tom, yo no soy como tus otras novias. No me pienso poner a llorar por que me dejes.Fue divertido mientras duró y ya está.


-Vale, carrera de aquí hasta el lago.


Tatiana se ha descalzado los tacones y ha empezado a correr. Tom le ha dejado un poco de ventaja al principio...


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Nadie va a saber como se siente. Y los que lo han sentido, nunca pudieron contarlo. Así es, la muerte. Está aquí, cerca. Al lado tuyo, pero no la sientes. Te susurra en el oido pero no la escuchas. La intentas evitar, pero al final siempre te acaba pillando.


Yo, en mis últimos segundos de vida, se me resolvieron las dudas. Mi madre no está en el hospital. Y mi hermano no se ha escapado, lo han cojido.


Y ya está. Punto. Las ruedas resbalan con el hielo. Se oye un sonido desgarrador. Y grito. Pero el grito se apaga, como el motor de la moto. PUUM. Y todo se acaba para mi. Cierro los ojos, sin saber si los podré volver a abrir jamás.


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-Otra vez no. -Ha dicho Carol pálida.- No lo podría soportar.


Ha habido un silencio.


-Ella. No me lo creo...- Elsa ha comenzado a llorar, pero no se ha quedado sola.


Ni siquiera los chicos se han salvado. Isma, Mario, Alex... todos llorando.


-Esta cosas no pasan, estas cosas no pasan...-Se repite Eloy.


-A ver, si esto sirve para abrirte los ojos, Eloy. Que siempre has vivido en 'una burbujita de plastico', lejana a los males de la vida real. -Ha contrarestado Alex.- LA GENTE MUERE, niño pijo.


-Aquí nadie se ha muerto.-Ha dicho Isma enfadado.


-Heridas de tercer grado, daños irreparables, rotura de aproximadamente la mitad de los huesos...


-No hace falta que nos lo repitas Alex.- Ha dicho por lo bajinis Elsa.



-¿A ti te parece que con todo esto se esta vivo?


-Vale, ¡pero podría despertar cualquier día! Eso significaría que no ha muerto, ¿verdad Victor?


-Si, pero podría tardar años en despertar.


-¡Isa no está ni viva, ni muerta! ¿Entendido chicos?- Ha gritado Carol.


-Iros a la mierda todos. Es una chorrada discutir por esto.- Ha comentado Mario.


Y después de eso, lo único que ha salido de sus seres han sido lágrimas.


-¿Como está Tom?, ¿lo sabe? -Ha preguntado con un hilillo de voz Carol.

domingo, 9 de enero de 2011

Yo contigo a muerte

El contador a doscientos. El ruido de la moto de Tom, SU MOTO. No se me pasa nada por la cabeza. Hasta que se enciende una lucecita. Sin gasolina. Suspiro. Típico de Tom, dejarme la moto sabiendo que le queda poca gasolina. ¿Donde voy cojones voy a encontrar una gasolinera abierta a estas horas?



He tenido que ir con la luz roja encendida media hora, hasta que he llegado a la gasolinera. Son las 3 am. y no parece que haya ningún empleado dispuesto a ayudarme a reponer el combustible. Decido darme un respiro. Aparco la moto y entro en el bar de la gasolinera. Voy a probar de llamar a alguien.



Mi madre no contesta, y no me extraña. Pero mi hermano tampoco, mis preocupaciones sobre si le ha pasado algo se accentúan.



Solo me queda reflexionar.



Pienso en como van cambiando las cosas. En como de repente, puede llegar alguien a tu vida, desordenártela, y irse sin más. Parece sencillo. Como Tom y yo nos fuimos del antiguo grupo, el de los populares, sin dar explicaciones. Él nunca me dijo por qué, ni yo a él. No necesitábamos darnos explicaciones.

Y como sin saber como, llegamos a conocer a Elsa, Eloy, Carol, Alex, Isma...

Recuerdo como, tristemente, un día podía estar muriéndome yo, y al siguiente Tom. Como él me ayudó en los peores momentos, y yo no pude ayudarle él. Pero sin embargo, él sigue ayudándome, y aquí estoy con su moto. Aunque ya no estemos juntos, me da la sensación de que quiere cumplir lo que me dijo.



-Yo contigo a muerte.


Y así como así, llegué a creer que había muerto. Habría entregado mi alma al diablo por que siguiera vivo. Y está vivo, pero no puedo dirigirle la palabra practicamente. Además, ya no me quiere, está con otra.



Y siento pasarme el día pensando en Tom, y no ver lo que me rodea. Lo fantásticos que son mis amigos, todo lo que han echo por mi... Cada vez que me caigo consiguen levantarme, y yo no se lo agradezco nunca, es más, llego a pensar: Ojalá fueras Tom.



Pero la vida sigue su curso, y llega Mario. Un chico especialmente normal. No tiene dones, ni pasado... Pese que él no lo sepa, nunca se sentirá aceptado en el grupo. Le falta algo que tenemos todos los del grupo: Tener escrito el futuro.



Él no estaba apuntado en el muro que encontramos el año pasado, en el que ponía las iniciales de los del grupo y su don.



-Señorita, estamos cerrando.



-Ya me iba.



Y me levanto dispuesta a recorrer mi camino hasta el hospital, después de haber puesto gasolina. Pero nunca llegaré a ese hospital.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Te debo la vida.

-¿Me estás pidiendo la moto? -Ha levantado una ceja.

He carraspeado incómoda.

-Si.

-Y sabes que mi moto es una de las cosas que más quiero en el mundo.

Antes, hace tiempo, él me contaba que yo era lo que más quería en el mundo y después, su moto.

-Si ni siquiera es tuya. La robaste.

-¿Y que?

He mirado hacia la izquierda.

-Bueno, ¿me la vas a dejar?

-No.

-Que te den.

-De eso me encargo yo.-Ha aparecido Tatiana por el pasillo.

Tom se ha reído de la broma de Tat, yo me he quedado mirando fijamente a Tom.

Nuestra única conversación en meses, y me han quedado tantas cosas por decirle... Y además, he salido cabreada. No por la broma, sino porque a Tom no le ha importado lo más mínimo todo lo que le he contado, se la suda que me quiera ir del internado. Al oír que le pedía la moto ha desconectado, y solo se ha preocupado por ella (la moto).

-¿Y no crees que si te ha dicho que no es porque no quiere que te vayas?-Me ha preguntado Isma.

-No, de eso estoy segura. Él no me quiere.

-Ya. Y yo si. Te quiero, y sin embargo estoy dejando que te vayas.- Todo esto me lo ha dicho Isma.

-Sois diferentes. Tu confías en mí, y según tu, él me protege.

Isa! -Ha dicho alguien, con voz firme y segura.

Venía de una mesa lejana del comedor. Me he girado. Es Tom.

Tom ha echado una mirada fugaz a Tatiana. Pero ha vuelto la mirada a Isa.

Él le ha tirado unas llaves y ella las ha cogido al vuelo con una sonrisa.

-Te debo la vida. -Le ha dicho Isa al chico.

Tom se ha girado hacia los de su mesa y han seguido hablando.

-Chicos, os quiero. -Ha dicho ella levantándose rápidamente de la mesa, dispuesta a marcharse.

-Te dejsjas laj mitajd dew la comidjo!! -Ha dicho Elsa con la boca llena.

-¿Estás segura?-Le ha preguntado Isma a Isa.

-No. -Ha respuesto ella.

Y sin que ella se diera cuenta, Tom le ha dirigido la última mirada, antes de que se fuera.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Tu eres tu, y yo soy nadie.

Le he visto por la puerta y me he sonrojado. Le he susurrado algo en la oreja a Carol. Ella se ha reído.

-¡A ver, como sales de esta, Isa!

Me iba a reír, pero ha llegado alguien.

-Isa, ¿podemos hablar?-Me ha preguntado Mario.

Me he levantado y hemos ido hacia la primera clase vacía.

Me he encontrado a Elsa por el camino y me ha susurrado:

-¡Cuidado con lo que hacéis!

Ya dentro de la clase, me he sentado encima de una mesa.

-Es sobre... lo de ayer. No se, no quiero parecer un imbécil y un superficial pero... lo que paso ayer entre tu y yo, no implica nada, ¿no?

He sonreido.

-Pues claro que no. ¡Ahora en vez de amigos, somos follamigos! -He dicho en coña.

Pero él, estúpido, se lo ha creído. Me ha encantado su cara de sorprendido.

-Iba en broma, eeeh?-He aclarado.

-Jajaja, vale.

Nos hemos quedado callados.

Ha entrado Tom por la puerta. Al vernos ha echo una cara rara, super divertida, y ha puesto las manos como en señal de STOP. Luego ha retrocedido para salir de la clase. Me ha parecido oír como se descojonaba de nosotros por el pasillo. Pero, nosotros también nos hemos reído.

Eso me ha parecido una señal, y he decidido que le voy a pedir la moto a Tom y me iré sin avisar a Mario, porque no creo que me deje ir así como así.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Buum.

-No sé... Es como si cada vez que me cruzo con Tom siento algo a la altura de los pulmones... Pero bueno,cambiemos de tema.

-Si, claro... ¿De que quieres hablar?- Me ha preguntado Isma.

-Necesito un favor. Voy a escaparme del internado. Solo será durante unos días. Iré a buscar a mi hermano, y... después visitaré a mi madre.-He dicho. Todo esto me parecía un sueño.

-¿Por que no llamas directamente a su novia, que ella sabrá por donde para..?

He suspirado, y he llamado a Cris.

Después de unos minutos le he dicho a Isma.

-Que no sabe donde está. Alejandro cortó con ella la semana pasada, durante un viaje que hizo para ir a verme...

-¡Pero si tu hermano vino hace ya semanas!

-Ya... No se, da igual. No entiendo nada, pero te aseguro que me voy.

-Ya, ya... ¿Y en que piensas ir?

-Le voy a pedir la moto a Tom.-He dicho con decisión.

-¿Y él por que te la tendría que dejar? Además, si se entera de que te quieres ir, no te dejará.

-Isma, a ver si te enteras de una vez. Tom y yo, no tenemos nada juntos. Lo nuestro es algo del pasado ya. Él no me quiere, por lo tanto, no le importará que me vaya. Entonces, si alguna vez me ha querido, me dejará la moto. ¿Entiendes? -He dicho claramente.

-Pues que yo sepa, hasta hace tres días, te pasabas el día llorando por él, no ibas a clases... -Me ha recordado mi 'buen amigo'.

Le he hecho una mirada de odio profundo a Isma.

-Calla.-He concluido.- Si ya no lloro, es porque lo he superado y ya no me gusta.

-Es que a ti nunca que ha gustado, tu, desde el primer día que lo vistes hasta ahora, estás enamorada de Tom. -Lo ha clavado.

-Vete a la mierda.

-Si hasta lo aceptas.

Me he levantado de la mesa aparentando más enfadada de lo que estoy, y me he pirado.

No sabía donde ir, así que he ido a buscar a Mario. Hemos empezado a caminar juntos y le he contado lo que pensaba hacer. Y finalmente él, ha sacado una conclusión.

-No vas a volver. -Ha dicho meditando.

Esa afirmación me ha dejado confusa.

-¿Y que? -He respondido, aunque no tuviera mucho sentido.

-No voy a permitirlo, te quiero demasiado.-Ha dicho.

-¡Ni se te ocurra decirle una palabra a nadie!

-¿Cuando te vas?

-Ya.

-Dame 5 días, para convencerte.

-Solo 5. A partir de ya.

-Vale.-Ha dicho rápidamente.-¡Dime el lugar que tenga más importancia para ti, de todo el colegio!

He mencionado las calderas, pero no le he dicho que ese es el sitio de Tom y mío.

Hemos entrado y Mario se ha sentado en el suelo de una esquina de la habitación y yo en la esquina contraria.

Creo que me está dejando espacio para meditar. Además no habla.

Al cabo de un rato, estábamos frente a frente y no se como a surgido todo, pero al final hemos acabado liándonos.

Todo ha sido como una explosión de sentimientos, me he sentido libre, de repente, el mundo se ha vuelto de colores y he podido ver toda la belleza de todo lo que me rodea. Me han entrado ganas de volar, de cuidar animales... Y todas esas chorradas.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Chispas.

-¿Sabéis..? Dicen por allí que Isa tiene un rollo con el nuevo. -Ha comentado Jandra.



-Pues que le vaya bien. -Ha dicho Tat con pasotismo.



He notado todas las miradas del grupo posadas en mi. He intentado aparentar normalidad...hasta que alguien me ha empezado a besar.



Cuando Tatiana me ha besado no he sentido nada.



-Tom , ¡te has quedado embobado!-Me ha dicho.



He parpadeado.



-Es que tus besos me emboban...-He mentido.



Ella ha sonreído.



-No eres el primero que me lo dice.



-Ya, pero si lo digo yo cuenta más que si lo dicen los demás.

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-¿A ti cuanta gente te lo ha preguntado?-Ha comentado hoy en clase Mario.

-Unas 25 personas cada hora desde la primera clase. ¿A ti?

-Más o menos igual.

Entonces ha entrado una compañera de clase, se ha dirigido a nosotros y nos ha preguntado...

-¿Estáis juntos?

-No.-He respuesto yo.

-Si.-Ha dicho Mario un segundo antes que yo.

Me he quedado mirando a Mario con los ojos como platos. La chica se ha ido.

-¡¿Llevas diciéndole que si a todos los que te han preguntado desde esta mañana?!-He dicho un poco histérica.

Pero la histeria a empeorado cuando ha entrado Tom en la clase, seguido de Tat.

-Si.-Lo ha dicho pacíficamente.

-No somos novios. Sabes que no me gustas. Y ya sabes quien me gusta.-Le he dicho bien claro.

-A mi tampoco me gustas.-Ha dicho perplejo.-Digo que si, porque si digo que no la gente hace comentarios como: 'Que pena...', o 'Decídete ya , ¿no?'... En cambio si les dices que si y se callan.

-¿Tu siempre vas a lo fácil?

-Supongo. Isa, empieza la clase.

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-No me puedo acercar a ti. No te puedo besar. No puedo decirte cuanto te quiero. No quiero alejarme de ti. Pero tampoco hacerte daño. Elsa, lo nuestro no funciona. Y desde hace ya semanas.

-¿Te crees que no lo se? Lo se mejor que tu, y pese a todo, sigo despertándome diciendo: 'Hoy todo puede cambiar.' Y no sabes cuanto, porque cada mañana antes de verte deseo que dejes de arder. Y me decepciono, si. Pero ni tu ni yo tenemos la culpa, así que nunca he pensado en dejarlo.

-No lo entiendes. Lo nuestro es peor que una relación a distancia. Es imposible, y lo sabes.

-Eloy, acéptalo, para ti todo es físico.

-No.

-Pues no cortes conmigo.

Eloy ha sonreído. Se ha acercado un paso mas a Elsa, y ella mucho antes de que el lo hiciera, ya sabía que la iba a besar.

-Te quiero, y lo seguiré haciendo por el resto de mi vida. Aunque no estemos juntos. Desde la distancia voy a estar cuidándote, Elsa.

Y Elsa y Eloy se han dado su último beso.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Nadie podrá cambiar lo que siento por ti.

Se acaban de besar. Tom parece más feliz que nunca. Más que cuando estaba conmigo. No tengo ni idea de que ve en Tat...

Mierda. Alguien que acaba de llegar me está tapando las vistas. He subido la cabeza para ver quien era.

-Hola.-Ha dicho Mario despreocupadamente.- No deberías martirizarte tanto.

-Lo sé... Oye, ¡¿tu que sabes?!- He dicho rápidamente.

-Sinceramente, lo sé todo. La gente no para de hablar de tu historia con Tom y tal...

Una historia. Lo nuestro fue una simple historia. Pues para mi fue mucho más. Pero supongo que para Tom solo fui... otra del montón.

Mario se ha sentado con su bandeja, es el último del grupo que faltaba en sentarse. Ahora que lo tengo delante me he dado cuenta del color de sus ojos. Son azules.

Ha pasado un rato hasta que me he dado cuenta que me había quedado embobada con sus ojos, él también me miraba fijamente, pero solo porque le había mirado yo antes.

-Ayy, perdona...-He mirado hacia otra parte.- Tienes unos ojos hipnóticos.

-¡Osea que ahora es Mario el de los ojos hipnoticos! ¡Antes era yo!-Ha dramatizado Carol bromeando.

Mario se ha reido.

-Pues eres la primera del colegio a la que le gustan mis ojos... Las demás dicen que soy el típico rubio de ojos azules que llega y quiere ganarse a todos.

-Eso lo dicen porque tienen envidia...

-Diselo a Elsa.

-Eeey! ¡Que no me dan envidia tus asquerosos ojos!-Ha exclamado Elsa.

-En cualquier caso no eres el tipico rubio de ojos azules, porque tienes pequitas. -He comentado.

Tom ha pasado por al lado de mi mesa para ir a dejar la bandeja, exactamente por al lado mio. Ni me ha mirado, y yo he hecho un esfuerzo para no mirarle a él. He olido su colonia. Su olor, me recuerda tanto a cuando estábamos juntos... Huele tan bien.

En cuanto a pasado, su olor se ha ido con él. Pero un rato después Mario y yo nos hemos levantado para dejar la bandeja (casi no he comido) y he recordando lo de antes, discretamente, he olido a Mario, solo por curiosidad.

-Hueles bien.-Le dicho de repente.

Huele a champú de menta.

Ha hecho una cara rara, y ha sonreido.

-¿Te enfadarás si te digo que empiezo a pensar que estás un poco loca? -Me ha dicho amistosamente.-Entre lo de mirarme fijamente, y esto, me estás asustando.

-No, si es que en el fondo, debes de tener un poco de razón... Tengo que olvidarle o me volveré loca en cuestión de segundos.