No todo se puede perdonar.

He entrado en la clase sin ganas.

Llego tarde... Ya lo sé... Que si... Lo que tu digas... ¿Una semana castigada...? Vete a la mierda...

He hablado con el profesor, aunque tampoco se puede decir que haya sido yo la que ha hablado, puesto que estoy como en otro mundo...

Me he sentado en una mesa sola. Tenía sitio al lado de Tom, de Jandra, y de Isma. No me apetecía hablar con ninguno de ellos. Es más ahora mismo no me importaría ser muda. No quiero hablar con nadie. No quiero ver a nadie. No quiero oír a nadie. Todos ellos me han ocultado lo de mi madre. No quiero ni mirarlos.

¿Porque toda la clase me está mirando? ¿Que pasa, que es la primera vez que me ven? Que les den.

¿Pretenden que haga clase, con mi madre en el hospital?

Carol y Isma no paran de girarse hacia mi, y yo hago ver que no los veo. Alex y Victor no dejan de darse codazos y mirar a Tom. Eloy y Elsa están lo más separados posible, y uno mira hacia un lado, y otro hacia otro. Y Tom... ¡Me da una rabia..! Estos días me trataba tan bien, y se hacía el bueno... ¡y lo que pasaba era que sabía lo de mi madre, y me lo ocultaba!

Ojalá pudiera desaparecer, que nadie me viera... Ojalá pudiera escapar para ir a ver a mi madre... Ojalá pudiera perdirle perdón y olvidarlo todo... Ojalá pudiera retroceder en el tiempo y cambiar las cosas...

Me estoy volviendo loca, esto no debe ser sano. ¿Que debe de estar haciendo mi hermano? Me ha contado que me tenía que decir muchas cosas, pero se ha ido y solo me ha dicho una cosa y además mala.

Así he pasado toda la clase, absorta en mis pensamientos y con toda la clase girada hacia mi.

Ha acabado la clase y Jandra, al instante, se me ha acercado.

-¡Pero que es esto! Entras en clase y ves que hay sitio al lado mío, pero pasas de mi, ¿y te vas a sentar sola..? ¿Que te pasa?-Me ha dicho.

-Nada, Jandra...-He intentado evitar su mirada.

-A veces pienso que me odias...-Me ha comentado.

Le he mirado a los ojos un momento y he salido de la clase. Pero por el pasillo me he vuelto a encontrar con Jandra.

-Es eso. Me odias, ¿verdad? -Me ha contado con los ojos llorosos.

-Jandra, por favor, déjame en paz.-Le he pedido POR FAVOR.

-Si no quieres que te hable más me lo puedes decir y me callo...

He suspirado. Me estaba empezando a hartar.

-¡¿Como quieres que me sienta si me acabo de enterar de que mi madre está en coma, y todo el mundo lo sabía menos yo?!-He estallado.

Creo que el pequeñito corazón de Jandra se ha parado por un momento. Después de un rato a vuelto a abrir la boca.

-¿No lo sabías?-Me ha preguntado con una evidente tristeza en la voz.

Le he mirado fijamente a los ojos.

-Yo, yo... Yo pensaba que ya te lo habían dicho, por eso he ido a hablar contigo al mediodía...-Ahora era ella la que se hacía la medio ofendida.

-Pues no, nadie me lo dijo.-He chismorreado enfurecidamente.

-Entonces no puedes decir que te he ocultado nada... Yo creía que lo sabías, y nada más enterarme te he ido a ver.

Antes de que pudiera decir nada, me ha abrazado. ¡Como iba a rechazarle un abrazo a mi mejor amiga! Le he correspondido el abrazo, sabiendo que ella no había tenido la culpa, y que ella tiene escusa pero seguro que los demás del grupo no.

-Me parece que estás enfadada con tus amigos, ¿no?. Pues que sepas que en tu antiguo grupo eres bienvenida siempre, siempre, siempre. Bueno , claro que tu eres la chica más deseada de todo el curso y que podrías ir con cualquiera, pero no te rebajes a ellos. Ven a nuestro grupo, otra vez. Vamos, va... ¡que te echamos de menos! ...Y a Tom. A él también le echamos de menos, pero veo más difícil convencerle para que vuelva, como que él siempre va a su bola...Ay, perdona, que también estás enfadada con él, ¿no?

-Un poco bastante.

Le he sonreído.

-Entonces...¿Vuelves al grupo?

-Claro que si.

Le he abrazo, me he dado cuenta de hacía mucho que no estaba con mi mejor amiga, y que en el otro grupo nadie me entiende.

-Y la fiesta...¿vendrás, verdad?

-¿No fue el viernes pasado?

-La cancelamos porque casi nadie podía venir...

-Bueno, vale.

Hemos llegado a la habitación de Jandra y ella se ha quedado allí y yo he ido a la mía a ducharme. Me he duchado en las duchas del vestuario porque no me apetecía ir a la habitación que comparto con Carol y Elsa. Después de ducharme, me ha dado palo secarme el pelo así que he vuelto a la habitación, pero no he podido entrar, porque en la puerta estaba Tom, esperándome.

Nos hemos mirado. Mi pelo estaba mojado pero yo ya iba vestida y arreglada.

-Hola.-Me ha dicho.

Le he mirado con más profundidad como saludo.

-¿Se puede saber que te pasa?

-¿A mi?-He preguntado.

-¿Ves a alguien más?-Ha dicho él.

Le he vuelto a mirar, pero en sus ojos lo único que veía era traición. ¿Como se atreve a mirarme a la cara, después de haberme ocultado que mi madre estaba en coma?

-¿Me vas a decir que te pasa conmigo?

-No. A decir verdad, no te pienso volver a hablar.-He dicho de la forma más fría que he sabido.

Ha venido un profesor, avisándonos que teníamos que salir al patio, porque íbamos a hacer un juego de noche.

Los 'juegos de noche' se suponen que son opcionales, actividades que hacen los monitores, para que la vida en el internado no se haga tan rutinaria durante los últimos días de clase; pero aunque sean 'opcionales', cuando nos ve un profesor, nos obliga a ir al puto juego.

Me he ido hacía donde me ha indicado el profesor, pero Tom se ha quedado plantado delante de la puerta de mi habitación.