viernes, 2 de abril de 2010

Tu novio.

He picado a su puerta. Quizá no le gustaría mi visita...Pero ya es demasiado tarde. Me ha abierto la puerta.

-Hola...-He empezado yo tímidamente.

-¡Hola!-Me ha respondido Rebeca Sales.- ¡Has tardado meses en encontrar mi habitación!

-Lo sien...

-Ja, ja, ja...¡Que es broma! Ya se que los adolescentes teneis una vida muy ocupada...¡Quien tuviera vuestra edad!

Le he sonreído.

-Pasa, pasa... ¿Quieres ver mis cuadros del internado?

-Me creía que solo habías hecho uno...

-Eso era hace 5 meses... Ahora ya he acabado algunos más... Justos me estaba pintando las uñas, ¿quieres que te las pinte?

-Hmmm... Quizá luego. Primero me gustaría ver tus obras de arte.

-Genial. Aquí están.

-Gracias.

Mientras estaba mirando los cuadros alguien ha abierto la puerta lentamente, ha entrado y la ha cerrado con la punta del pie. Gestos típicos de Tom.

-¿Podemos hablar? -Se dirigía hacia mi.

Esta frase solo puede traer cosas malas... Pero más mala que nuestra situación no hay nada. Nada puede empeorar.

-Claro. Dime.

-¿Me piensas contar quien ha escrito en la mesa? Te juro que te escucho.

-No me crees, ¿no? -Le he preguntado.

Él ha levantado una ceja y yo he estado a punto de derretirme.

-Tú no crees que yo vea fantasmas.

-¿Me quieres decir que lo que hay escrito en la mesa lo ha escrito un fantasma..?

Dicho por él parece una chorrada.

-S-si.

Tom se ha sentado encima de la cama de Rebeca y ella ha continuado pintándose las uñas.

-Vale.-Tom ha intentado asimilarlo.-¿Y como era el fantasma?

-Era un señor..., estaba pintando una pared, con los dedos y... creo que sangre... y se ha acercado y ha escrito. Es dificil de explicar.

-Es dificil de creer.

-Ahora te toca a ti. Creer o no.

Tom se ha ido y Rebeca se ha quedado con una cara desencajada después de esa conversación que ha escuchado.

-Lo siento... Ahora creerás que estoy loca.-Le he dicho a Rebeca.

-No. Yo ya sabía lo de los fantasmas.

-¿C-como? ¿Quien te lo ha dicho?

-Nadie. Es que... tengo un don. Al pintar pierdo la razón y sin querer pinto el futuro. Vaya que, en mis cuadros se ven escenas que pasarán.-Me ha confesado Rebeca.

-Pues, yo no he visto nada raro en tus cuadros...

-Es que yo no he pintado todos esos cuadros que has visto. Los pintó mi hermano y algunos yo. Los del futuro los tengo guardados. A la gente no les gusta que les cuenten el final de una película, ni tampoco su futuro.

-¿Cuales has pintado tu y cuales tu hermano?

-Los más recientes yo, pero los pinté hace años. Mi hermano los más viejos, pero los pintó hará más o menos dos días. Es difícil de entender.

Después de un silencio la pintora a querido cambiar de tema.

-Vamos, que te pinto las uñas...-Me ha dicho.

Yo no me he negado. Cuando me las pinto yo me quedan fatal... Mientras me las pintaba hemos ido hablando.

-Se nota que te quiere mucho...

-¿Quien?-Le he preguntado curiosa.

-El chico. Es guapo y está enamorado. De ti.

-¿Y tu como lo sabes?

Hace poco que conozco a Rebeca, pero me cae bien.

-Se le nota en la mirada. La forma en que te mira... es especial.

-Que bonito...-He susurrado.-Por lo que veo te fijas en los detalles... Pero estoy segura de que no le gusto. Sino me habría dicho algo.

-Me gusta fijarme en los detalles; la sonrisa de una chica triste, la mirada de un chico enamorado, el levantar de una ceja... Simplemente detalles, que significan mucho.

Lo de la ceja lo ha dicho por mí. Lo aprendí de pequeñita. Le he sonreído.

-No eres la única que tiene un don.-Me ha dicho.

-¿Conoces a alguien más?

La conversación me estaba comenzando a intrigar.

-Mi hermano, por ejemplo. Él dibuja el pasado, sin haberlo vivido. O tu novio.

-¿Mi novio? No tengo novio...

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