domingo, 11 de octubre de 2009

Sin lágrimas

El tiempo pasaba y no había un día en que no pensara en Natalia pero al final tuve que ir reemprendiendo mi vida. Todos continuamos sin hablar de tema. A todos nos habían bajado las notas desde que Nat desapareció pero al único que parecía no importarle era a Victor.



Después llegó lo más fuerte.



Estábamos castigados (otra vez) cuando, ya cansada, me apoyé en la pared. Por lo visto había una piedra salida o algo parecido. De repente la pared se tiró hacia atrás.Me caí por un agujero. Pero no llegué a notar el suelo, el final de mi caída, porque una mano me cogió. No llegaba a ver el cuerpo de quien me estaba sujetando. Pero él perdió el equilibrio y nos caímos los dos.


Llegué al suelo. La caída fue peor de lo que imaginé. Habría gritado sino hubiera sido porque la mano de alguien me tapaba la boca.



-Shhh.- Me dijo Tom-.



Tardé un tiempo en reconocerle.Le miré.



-Aquí hay alguien más.Se oyen voces.



Después Tom me destapó la boca.



-Gracias.

-De nada- Me dijo Tom sin hacerme caso, investigando la estancia.-.


Después me giré y encontré una puerta medio escondida.

-Tom! He encontrado algo!

La puertecita estaba cerrada pero Tom de un empujón la abrió.
Habían dos puertas después de la primera.Abrimos la primera que vimos. La puerta nos dejó en el gimnasio del colegio.

-Tenemos que volver a las habitaciones antes de que alguien se de cuenta...

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