Por qué te vas.

-Sabía que vendrías... ¡Siempre has sido tan cotilla...!


-Que te den.


-Me parece muy bien. Ahora, tu novio se tiene que ir fuera.


-No es mi novio/a .-Dijimos a la vez Tom y yo.


-Mejor.


David le dijo a Nacho que sacara a Tom del despacho. Tom es más fuerte pero como que tampoco pintaba nada allí, se fue. Eso es muy raro en él.


-Muy bien, ahora que estamos solos... ¿Cuando te diste cuenta de lo tuyo...? Eres una chica lista.


-Lo suficientemente lista para saber que no es un catarro. Y que eres un mamón. ¿Cuanto tiempo me queda?


-Depende.¿Cuanto quieres?


-Dímelo.


-A decir verdad, no lo sé exactamente.


-bien.¿Cuando me infectastes?


-Cuando no mirabas.

-Cuanto me queda, cuando me infectasteis...

-Cuanto te queda, no lo tengo calculado. Cuando te infectamos, desde hace media hora de la primera vez que te desmayaste.

-Joder...¿estoy muerta, verdad?

-Mira, yo te puedo dar una medicina, con la que podrías sobrevivir....-David Espinosa sacó una cápsula rara.-Te lo tienes que tomar una vez al día, pero yo solo te daré una cada día y eso, solo si me obedeces.¿Aceptas,verdad?

-Vete a la mierda.

-Sin esto, no se sabe cuanto puedes vivir. Tres días, una hora, 20 segundos... Tu eliges. Yo ya lo tendría pensado.

Negué con la cabeza.

-Entonces, ya que pones en peligro tu vida, cuando te decidas, nos llamas.

Lo tenía claro. Mejor morir de pie que vivir de rodillas.

Al salir me encontré con Tom, que por lo visto se había pasado el rato hablando con Nacho.

-¿Que tal?.-Me preguntó Tom.

-Bien,bien...

-Haces mala cara...

Estas malditas preguntas siguieron atormentándome todo el día,

¿Estas bien?

Tienes mala cara...

Que si estuviste de fiesta ayer...

Leist! ¿es que se encuentra mal?

Suspiré. Que se le va a hacer, me estoy muriendo.